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Un equipo de investigadores ha diseñado una enzima completamente nueva utilizando inteligencia artificial, capaz de descomponer ciertos plásticos al romper enlaces éster, estructuras que unen cadenas de carbono mediante átomos de oxígeno. La enzima actúa añadiendo moléculas de agua, lo que transforma el plástico en compuestos más simples, como alcoholes y ácidos orgánicos. Este logro supone un avance significativo en la búsqueda de soluciones biotecnológicas para la crisis de contaminación plástica. Aunque el mecanismo de acción de la enzima es complejo y aún presenta desafíos, el éxito de este diseño abre nuevas posibilidades para el desarrollo de herramientas que permitan abordar el reciclaje de materiales plásticos de forma eficiente y sostenible.

Airbnb ha anunciado que su primer paso con la inteligencia artificial será aplicarla al servicio de atención al cliente, retrasando su uso en la planificación de viajes. El CEO Brian Chesky señaló que, aunque la IA tiene un potencial significativo, aún es temprano para implementarla en las reservas. Este verano, la compañía introducirá un sistema de atención automatizado capaz de comunicarse en varios idiomas y comprender documentos complejos. Con el tiempo, esta herramienta evolucionará hacia un asistente virtual que ayudará a los viajeros. Además, Airbnb informó sobre un aumento en la productividad interna gracias a la IA, aunque advierte que su impacto aún es limitado. La empresa sigue apostando por la innovación, manteniendo una postura cautelosa respecto a las capacidades actuales de la tecnología.